Los gemelos que mandan en el Caravaca

Los nuevos rectores del Caravaca CF no sólo comparten el parecido físico, sino numerosos gustos y aficiones. Los hermanos Andrés y Miguel, de 26 años y naturales de Torrevieja, han llegado al fútbol de la mano del club donde esperan hacer grandes cosas

Foto.-*Los hermanos gemelos Andrés y Miguel Marcos posan en el campo de El Morao. ENRIQUE SOLER

CECILIO JUÁREZ / CARAVACA Andrés (presidente) y Miguel Marcos Mallebrera (gerente) son licenciados en Ciencias del Deporte por la Universidad de Granada. Sus vidas guardan grandes similitudes, que no se ciñen únicamente al parecido físico que su condición de gemelos les otorga. Los dos son apasionados del deporte; practican pádel, tenis, balonmano, les gusta la lectura e incluso reconocen que aprovecharán los largos trayectos que tendrán que realizar para seguir al Caravaca CF para leer un libro de su autor favorito en ambos casos, Paulo Coelho.

De igual forma afirman al unísono que el trabajo y ahora la dirección del club no les deja demasiado tiempo libre para disfrutar de sus hobbies. También en los dos casos han destacado en sus carreras académicas por las notas obtenidas, lo que lleva a Miguel a afirmar que se quedaron con las ganas «de cambiar nuestra identidad en algún examen».

La experiencia deportiva de estos dos hermanos de tan sólo 26 años comenzó con su afición al balonmano. Ambos llegaron a jugar en el Balonmano Altea y en las categorías inferiores del Torrevieja, hasta que finalizaron sus estudios. En ese momento comenzaron a integrarse en las empresas familiares, lo que les hizo difícil poder compaginar el trabajo con entrenamientos y partidos. Por tanto, la seriedad que ambos se reconocen les llevó a dejar su carrera deportiva.

Andrés afirma que prefería dejarlo al no poder acudir de forma continua a los entrenamientos del equipo. El actual presidente del Caravaca CF llegó a debutar en liga Asobal con el Torrevieja la temporada pasada. Todo fue debido a un compromiso personal con un directivo que le pidió regresar una temporada para jugar con el filial.

Los once partidos consecutivos ganados con el mismo provocaron que el entrenador del primer equipo convocara a una serie de jugadores para el partido que les enfrentaría al laureado Ciudad Real ante las numerosas bajas que presentaba. Andrés Marcos llegó a jugar 10 minutos contra el que sería campeón de liga posteriormente y puede decir orgulloso que metió un gol a Sterbik, uno de los mejores porteros del mundo.

Como anécdota de su etapa como jugador de balonmano Andrés comenta que «en numerosas ocasiones me anotaban datos estadísticos de mi hermano, y viceversa debido a su parecido físico», aunque nunca lo reclamaban pues todo quedaba en casa.

En su aventura al frente del Caravaca contarán con el apoyo de su padre, Salvador Marcos. La dirección de sus empresas le impedirá integrarse en la junta directiva junto con sus hijos, aunque reconocen que será el aficionado número uno del club allá por donde vaya. Marcos regenta un holding empresarial que abarca desde un resort vacacional en Torrevieja hasta una empresa de energías renovables