Gil López - Morety
La sociedad caravaqueña está de luto, ha muerto una parte de la historia viva de Caravaca, «EL ARTURO», como así quería que se le llamase.
La vida tiene estas cosas, a veces in entendibles. A una persona con esa edad, 83 años, se le supone alguna merma física, sin embargo a «EL ARTURO, cuyo verdadero nombre era Antonio López Espallardo, ningún análisis le había detectado enfermedad alguna, ni colesterol, ni azúcar, ni tensión, ni reuma, como decimos por aquí, ni tan siquiera ninguna coz de sus queridísimos caballos junto a los que pasó toda su vida. Ha tenido que ser a causa de un accidente envuelto en una serie de circunstancias, o malditas casualidades, la que se ha llevado por delante una gran parte de la historia de los Caballos del Vino.
Gran nostalgia ha dejado en el mundo del fútbol, ya que a finales de los 40 y los 50 fue el portero del Caravaca Club de Fútbol, deja la portería para ser el masajista del equipo caravaqueño hasta mediados de los 80. Él vivió grandes momentos y consiguió grandes logros con el club junto a «los Chinanos» y otros compañeros. Hoy día mantiene ese vínculo su nieto Alberto, jugador del Caravaca en su primera presencia en la segunda B.
Otra destacada facetas en la vida del Arturo fue la de ser torero. No sabemos exactamente a que edad se vistió de luces, pero como se puede observar en las fotos, también fue torero, demostrando que le sobraba valor para esto y para otras muchas cosas.
La familia caballista en estos días han vuelto a recordar las grandes hazañas y gestas realizadas por «EL ARTURO», viviendo, aportando y participando en los Caballos del Vino para que sean hoy lo que son, tanto en carrera como en enjaezamiento, no hay ni un solo caballista, ni pequeño, ni mediano, ni grande que no sienta la perdida de una leyenda como la de «EL ARTURO». Pero seguro que nunca nadie te olvidará, quedarás para el recuerdo en los libros de historia y pasaras como una leyenda de boca en boca como los héroes, como las personas que lo hicieron ni por lucro ni por objetivos sino porque lo mamaste y por tus venas llevabas tu sentir, el sentir de los caballos del vino, el de un verdadero Caballista.
Gracias a tu ingenio, se completó el enjaezamiento de los caballos, las crineras, las muñequeras, fuiste el primero en sacar un manto de dos colores, etc…. Tuya también fue la idea de crear la figura de Madrina o Amazona y el Baile del Pañuelo.
Ni decir tiene que la familia y sus amigos, aún no entendemos como el Arturo no llegó a ser distinguido como caballista del año, porque si él no lo merece….en fin….
No te casabas ni te vendías, de ello diste buena cuenta ante curas y acaudalados, hace pocos meses recibiste la que seguro será el emblema de los caballistas de verdad «LAS RAMALERAS DE ORO» esas mismas que llevas en tu ataúd y que esperamos te sirvan este próximo 2 de mayo para subir al galope tu queridísima Cuesta del Castillo, que con fuerza las agarres y obtengas tu merecido primer premio.
Tuvimos el privilegio junto a Manolo Fernández y Juan Antonio Torrecilla, portavoces de la Peña Albino, de comunicarte la decisión tan justamente merecida. Que recibiste en un emotivo acto de manos del Delegado del Gobierno, Rafael González Tovar.
Nos quedaron pendientes dos conversaciones, una de fútbol y la otra de toros, pero tranquilo que tus grandes amigos nos lo han contado para que podamos transmitirlo
Tus amigos Gil López y Juan Frc. Morenilla, los cuales escriben estas líneas, te tendrán siempre en el recuerdo como un hombre íntegro.
DATOS ESTADISTICOS DEL ARTURO -
Antonio nació en Caravaca de la Cruz un catorce de mayo de 1927 en la calle Torrentera, nº 2.
La sociedad caravaqueña está de luto, ha muerto una parte de la historia viva de Caravaca, «EL ARTURO», como así quería que se le llamase.
La vida tiene estas cosas, a veces in entendibles. A una persona con esa edad, 83 años, se le supone alguna merma física, sin embargo a «EL ARTURO, cuyo verdadero nombre era Antonio López Espallardo, ningún análisis le había detectado enfermedad alguna, ni colesterol, ni azúcar, ni tensión, ni reuma, como decimos por aquí, ni tan siquiera ninguna coz de sus queridísimos caballos junto a los que pasó toda su vida. Ha tenido que ser a causa de un accidente envuelto en una serie de circunstancias, o malditas casualidades, la que se ha llevado por delante una gran parte de la historia de los Caballos del Vino.
Gran nostalgia ha dejado en el mundo del fútbol, ya que a finales de los 40 y los 50 fue el portero del Caravaca Club de Fútbol, deja la portería para ser el masajista del equipo caravaqueño hasta mediados de los 80. Él vivió grandes momentos y consiguió grandes logros con el club junto a «los Chinanos» y otros compañeros. Hoy día mantiene ese vínculo su nieto Alberto, jugador del Caravaca en su primera presencia en la segunda B.
Otra destacada facetas en la vida del Arturo fue la de ser torero. No sabemos exactamente a que edad se vistió de luces, pero como se puede observar en las fotos, también fue torero, demostrando que le sobraba valor para esto y para otras muchas cosas.
La familia caballista en estos días han vuelto a recordar las grandes hazañas y gestas realizadas por «EL ARTURO», viviendo, aportando y participando en los Caballos del Vino para que sean hoy lo que son, tanto en carrera como en enjaezamiento, no hay ni un solo caballista, ni pequeño, ni mediano, ni grande que no sienta la perdida de una leyenda como la de «EL ARTURO». Pero seguro que nunca nadie te olvidará, quedarás para el recuerdo en los libros de historia y pasaras como una leyenda de boca en boca como los héroes, como las personas que lo hicieron ni por lucro ni por objetivos sino porque lo mamaste y por tus venas llevabas tu sentir, el sentir de los caballos del vino, el de un verdadero Caballista.
Gracias a tu ingenio, se completó el enjaezamiento de los caballos, las crineras, las muñequeras, fuiste el primero en sacar un manto de dos colores, etc…. Tuya también fue la idea de crear la figura de Madrina o Amazona y el Baile del Pañuelo.
Ni decir tiene que la familia y sus amigos, aún no entendemos como el Arturo no llegó a ser distinguido como caballista del año, porque si él no lo merece….en fin….
No te casabas ni te vendías, de ello diste buena cuenta ante curas y acaudalados, hace pocos meses recibiste la que seguro será el emblema de los caballistas de verdad «LAS RAMALERAS DE ORO» esas mismas que llevas en tu ataúd y que esperamos te sirvan este próximo 2 de mayo para subir al galope tu queridísima Cuesta del Castillo, que con fuerza las agarres y obtengas tu merecido primer premio.
Tuvimos el privilegio junto a Manolo Fernández y Juan Antonio Torrecilla, portavoces de la Peña Albino, de comunicarte la decisión tan justamente merecida. Que recibiste en un emotivo acto de manos del Delegado del Gobierno, Rafael González Tovar.
Nos quedaron pendientes dos conversaciones, una de fútbol y la otra de toros, pero tranquilo que tus grandes amigos nos lo han contado para que podamos transmitirlo
Tus amigos Gil López y Juan Frc. Morenilla, los cuales escriben estas líneas, te tendrán siempre en el recuerdo como un hombre íntegro.
DATOS ESTADISTICOS DEL ARTURO -
Antonio nació en Caravaca de la Cruz un catorce de mayo de 1927 en la calle Torrentera, nº 2.
Su primera salida en los Caballos del Vino fue en el año 1955, saliendo con José el Habitaciones, el Tomate y un cuarto que no recordaba, con el caballo «Panterry», que fue el primero en salir con nombre propio, y que era propiedad de «El Arturo». Salió a la calle el caballo con una colcha de la que era propietaria la mujer del Alcalde.
El caballo Panterry comenzó con El Arturo, siguió con sus hijos y hoy día permanece con sus nietos. El nombre del caballo surgió a raíz de que la yegua de «El Arturo», tuvo un potro, su hermana María, que trabajaba en Diego Marín, fue la que bautizó con este nombre al potrillo.
Consiguió seis primeros premios de enjaezamiento aunque en carrera tenia varios premios aunque sin obtener el primero. Arturo salió por última vez en el año 1969, aunque esporádicamente ha seguido vinculado a los Caballos del Vino con sus amigos.
«El Arturo», fue el encargado de vestir un caballo en la Feria Internacional de Turismo en Madrid, FITUR, cuando fue Presidente de los Caballos «El Platanito». Al acto de inauguración de ésta feria asistía el entonces Vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra.
Hubo un año que salieron seis caballos a la calle, siendo propiedad de «El Arturo», cinco de ellos, ocurría en los años sesenta, siendo Presidente de los Caballos del Vino «El Chatico».
«El Arturo», ayudó a todo aquel que le solicitó de su saber y experiencia en el mundo de los caballos, fue el promotor de sacar la primera madrina de los Caballos del Vino, Manola Romera, hija de Agapito, se celebraba entonces el primer Baile del Pañuelo, que costó once mil pesetas y que se realizó gracias a la colaboración del Dr. D. Miguel Robles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario