MISTA. ¿Será él el nueve por el que suspira Riazor?.

Mista, ¿una solución inesperada?

Por Tomas Magaña

El delantero murciano firmó ayer su mejor actuación en el casi año y medio que lleva en el Dépor. Su gol de cabeza a centro de Filipe, y la asistencia que regaló al propio brasileño para elevar el segundo al marcador, valieron tres puntos muy importantes. Por lo que significan a nivel clasificatorio, pero también porquereafirman a este equipo en sus ideas de juego. Si reverdece sus laureles de pichichi, Mista puede perfeccionar el estilo impuesto por Lotina, añadiendo efectividad goleadora a la intensidad en el juego y el poderío defensivo. ¿Será él el nueve por el que suspira Riazor?.

El de Caravaca ha hablado en rueda de prensa tras el entrenamiento de esta mañana, pero se ha mostrado cauto, reticente a echar las campanas al vuelo. “Lo más importante es que ahora me encuentro bien de salud y en buenas condiciones físicas para ayudar al equipo”, valoró el ariete, que explicó su gesto de generosidad hacia Filipe en la jugada del 0-2. “Se dice que los delanteros somos egoístas, pero tal y como estaba el partido, preferí asegurar. Filipe sólo la tenía que empujar para marcar el segundo y cerrar el partido”. Mista coincide con Lotina y el deportivismo en general en que el árbitro “no nos ayudó en nada con sus decisiones”, obligando a los herculinos a redoblar su esfuerzo para tumbar al Getafe.

Pese a la ventaja cosechada en la ida, el punta cree que el Dépor debe estar “muy centrado” para certificar pasado mañana su pase a octavos de final de la Copa del Rey. Después del Murcia, con parón internacional de por medio, un Atlético en apuros se pasará por Riazor. Mista no se fía de la tabla y cree que su ex equipo“muestra otra cara” desde la llegada de Quique Sánchez Flores al banquillo.“Ayer pudieron empatarle tranquilamente al Real Madrid”, añadió, “van a venir heridos y con ganas de salir de esos puestos de abajo”.

Mista se reencontró con el gol en partido de Liga después de más de un año. El último había sido el primero, aquel que le hizo al Real Madrid en la jornada inaugural de la pasada temporada. Desde que fuera pichichi con el Valencia en el año 2003/04, el rendimiento goleador del murciano ha ido en claro declive: nueve goles en sus dos últimas campañas como ché y tres en las dos en las que fue jugador del Atlético.