Grana por momentos. El malagueño Adrián Ruiz llegó a firmar un contrato con el Murcia el pasado verano; el problema es que también lo hizo con el Caravaca
Fuente: La Opinion - ERNESTO FERNÁNDEZ.Al Real Murcia le toca el próximo domingo desplazarse hasta la localidad malagueña de Estepona para disputar su correspondiente encuentro liguero. Al margen de que los pupilos de Iñaki Alonso están obligados de nuevo a ganar para tratar de recuperar el primer puesto de la clasificación siempre que el Sevilla ´pinche´ en Écija, en las filas del conjunto rival hay un futbolista que bien podría estar vistiendo la camiseta grana en estos momentos.
Se trata de Adrián Ruiz Ortiz, un futbolista que a principios del mes de enero fue sancionado por el Juez de Competición de la Federación Española de Fútbol con un mes de suspensión, ya que el pasado verano llegó a comprometerse tanto con el Murcia como con el Caravaca. Al final se quedó en el Caravaca después de que los dirigentes granas renunciaran a tensar la cuerda con el club del Altiplano y desde noviembre ya estaba apartado del equipo, dejando incluso de residir en la ciudad Santa. Entonces cumplió la sanción y firmó con el Estepona hasta final de temporada. Está siendo titular en los últimos partidos, aunque se encuentra en un club en el que los jugadores llevan ya cuatro meses sin cobrar.
Este centrocampista llegó al Caravaca para realizar la pretemporada procedente del Marbella, pero ni en sus mejores sueños se le pasó por la cabeza que alguien del Murcia lo viera y pensara que servía para formar parte del proyecto de Segunda B. El hecho de tener menos de 23 años, por lo que podía ocupar uno de los seis puestos en la plantilla reservados para estos jugadores, unido a que se desenvuelve en la posición de interior zurdo, uno de los puestos que el Murcia trató de reforzar a toda costa el pasado verano, provocó que entrara dentro del perfil de la plantilla que estaba confeccionando el exjugador Sergio Fernández, actual director deportivo del Real Murcia. A mediados de agosto, y tras una reunión del jugador acompañado de su padre en Nueva Condomina, aparecieron las primeras protestas por parte de la directiva del Caravaca, ya que entendían que el Murcia no estaba actuando de la mejor forma posible.
Los dirigentes granas entendieron que no era su guerra, lo dejaron actuar informando a la Federación de lo que había pasado y el futbolista regresó al Caravaca. Teniendo en cuenta que en el Murcia actual es el alicantino Pedro el único que parece que puede actuar en la posición de interior zurdo, a pesar de no ser su ubicación ideal, a buen seguro que el malagueño habría disfrutado de oportunidades defendiendo los colores de un club de mucha mayor entidad que la mayoría por los que está formado el Grupo IV de Segunda B.
Su 'pseudo fichaje´ por los murcianistas llegó unos días después de que se hubiera desvinculado del Murcia el interior José Luis Capdevila, quien no era muy querido por la grada de Nueva Condomina y aprovechó el descenso, al mismo tiempo que tenía ofertas de Segunda, para marcharse al Xerez y comenzar una nueva etapa tras dos años en el club.
Aunque llegó a viajar para un desplazamiento cercano en el autobús murcianista, lo cierto es que todo sucedió muy rápido y en este sentido el Murcia no consideró oportuno poner toda la carne en el asador para pelear por un jugador que, aunque ha demostrado tener calidad, dicen los que le conocen que su ´personalidad´ también suele jugarle malas pasadas.
Se trata de Adrián Ruiz Ortiz, un futbolista que a principios del mes de enero fue sancionado por el Juez de Competición de la Federación Española de Fútbol con un mes de suspensión, ya que el pasado verano llegó a comprometerse tanto con el Murcia como con el Caravaca. Al final se quedó en el Caravaca después de que los dirigentes granas renunciaran a tensar la cuerda con el club del Altiplano y desde noviembre ya estaba apartado del equipo, dejando incluso de residir en la ciudad Santa. Entonces cumplió la sanción y firmó con el Estepona hasta final de temporada. Está siendo titular en los últimos partidos, aunque se encuentra en un club en el que los jugadores llevan ya cuatro meses sin cobrar.
Este centrocampista llegó al Caravaca para realizar la pretemporada procedente del Marbella, pero ni en sus mejores sueños se le pasó por la cabeza que alguien del Murcia lo viera y pensara que servía para formar parte del proyecto de Segunda B. El hecho de tener menos de 23 años, por lo que podía ocupar uno de los seis puestos en la plantilla reservados para estos jugadores, unido a que se desenvuelve en la posición de interior zurdo, uno de los puestos que el Murcia trató de reforzar a toda costa el pasado verano, provocó que entrara dentro del perfil de la plantilla que estaba confeccionando el exjugador Sergio Fernández, actual director deportivo del Real Murcia. A mediados de agosto, y tras una reunión del jugador acompañado de su padre en Nueva Condomina, aparecieron las primeras protestas por parte de la directiva del Caravaca, ya que entendían que el Murcia no estaba actuando de la mejor forma posible.
Los dirigentes granas entendieron que no era su guerra, lo dejaron actuar informando a la Federación de lo que había pasado y el futbolista regresó al Caravaca. Teniendo en cuenta que en el Murcia actual es el alicantino Pedro el único que parece que puede actuar en la posición de interior zurdo, a pesar de no ser su ubicación ideal, a buen seguro que el malagueño habría disfrutado de oportunidades defendiendo los colores de un club de mucha mayor entidad que la mayoría por los que está formado el Grupo IV de Segunda B.
Su 'pseudo fichaje´ por los murcianistas llegó unos días después de que se hubiera desvinculado del Murcia el interior José Luis Capdevila, quien no era muy querido por la grada de Nueva Condomina y aprovechó el descenso, al mismo tiempo que tenía ofertas de Segunda, para marcharse al Xerez y comenzar una nueva etapa tras dos años en el club.
Aunque llegó a viajar para un desplazamiento cercano en el autobús murcianista, lo cierto es que todo sucedió muy rápido y en este sentido el Murcia no consideró oportuno poner toda la carne en el asador para pelear por un jugador que, aunque ha demostrado tener calidad, dicen los que le conocen que su ´personalidad´ también suele jugarle malas pasadas.
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