jueves, 17 de junio de 2010

GRAN CONDICION HUMANA DEL CARAVAQUEÑO "MISTA"

Un adiós con el corazón .- Alberto Becerra A Coruña
El acuerdo entre Mista y el Deportivo para rescindir el contrato habla mucho de la condición humana del jugador de Caravaca de la Cruz: no sólo renuncia a una estabilidad y un dinero que le pertenecen, sino que es un paso casi definitivo, junto con sus números, para plantearse un adiós al fútbol profesional; y él, con su decisión, parece ser el primero en ser consciente de eso.

“Antes de entrar, dejen salir” es la filosofía que se está aplicando actualmente en el mercado. Y es que no sólo es el Deportivo el único equipo que tiene deudas: casi todos los clubes de Primera División padecen este problema y tienen que “apretarse el cinturón”.

En el caso deportivista, este año parece que la política de salidas y entradas, renovaciones y despedidas, se está haciendo mejor que nunca. Dos eran los grandes lastres que el Depor debía quitarse este verano: Bodipo -algo difícil porque aún le quedan unos cuantos años de contrato- y Mista, a quien hemos despedido recientemente. Al hablar de este último me viene a la cabeza su llegada al cuadro herculino: él y Aranzubia eran dos grandes incógnitas en cuanto a rendimiento, después de tiempos difíciles y de parón futbolístico; eran apuestas personales de Lotina, bastante arriesgadas, y que se saldaron con diferentes resultados.

Siendo comprensivos con los años sin jugar que tuvo en el Atlético de Madrid, en su momento, a pesar de lo arriesgado de la apuesta, todos quisimos animar al de Caravaca de la Cruz para que volviese a rendir adecuadamente, cogiendo el ritmo de competición perdido y anotando, al menos, esos diez golitos que llevamos años esperando de uno de nuestros arietes y que tanto se resisten a llegar. Pero a pesar de que la Liga 2008-2009 no la comenzó con mal pie, lo cierto es que en los partidos que tuvo la oportunidad de jugar como titular, no rindió al nivel esperado, a diferencia de Aranzubia, la otra apuesta arriesgada, que sí destacó haciéndose con el puesto de arquero titular de forma indiscutible.

No seré yo quien discuta los problemas que acarrea una pubalgia para un futbolista; Mista luchó contra ella y este año trató de volver a los terrenos de juego contra el Getafe, a pesar de que el año anterior había denotado, con comentarios conformistas de cara a la segunda vuelta y sus cifras goleadoras, que su actitud y predisposición no eran las mejores: no es fácil para nadie (cuerpo técnico, dirigentes o meros aficionados del club asimilar que un ariete que sólo ha anotado una diana transcurrida la primera mitad de una temporada, llegue a afirmar que lograr cinco sería un éxito). Y a pesar de la esperanza de muchos cuando marcó ante el Getafe, poco más jugó, y cuando lo hizo, siguió sin convencer.

Por eso, creo que el acuerdo de Mista y el club deportivista para rescindir el contrato no sólo supone un alivio para el club, sino un destello de caballerosidad del de Caravaca de la Cruz, que ha sabido tomar una complicada decisión: es la confirmación definitiva del adiós de Mista al fútbol profesional como jugador. Seguramente, él sea el primero en ser consciente de ello, pues dos goles en dos años son números pírricos para un delantero, y no suponen cartel alguno para un jugador que no debería seguir viviendo más de la historia; mas la despedida con acuerdo amistoso entre el jugador y el club

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